De todos es sabido que hemos tenido un verano en el que parecen haberse
producido mas incendios de los que últimamente estábamos acostumbrados. Esto ha
llevado a la prensa a tratar sobre el tema y leyendo algunos artículos el otro día
no pude mas que sorprenderme.
Trataban estos artículos (uno en "el País" y otro en
"ABC" si no recuerdo mal) sobre si era recomendable o no la
repoblación tras quemarse los bosques, si era mejor dejar que se recuperasen
solos, y sobre que en los ecosistemas mediterráneos, el fuego normalmente no es
nada demasiado grave desde un punto de vista biológico.
Mi sorpresa no vino por los artículos en si, sino al ver en los comentarios
asociados la poca información del público en general, y lo mal que se acogían
las posiciones de los expertos en la materia (que se correspondían con cosas
mas que estudiadas y aceptadas en biología) frente a las posiciones
"ecologistas". Eso me lleva a dedicar esta reflexión sobre los ecólogos
y los ecologistas. Y es que los ecologistas suelen estar siempre muy bien
intencionados, pero en la buena parte de los casos no saben de lo que hablan, o
saben bastante poco.
En primer lugar hemos de diferenciar que valoran unos y otros. Para
los ecólogos, algo puede tener valor biológico o no. En cambio los ecologistas
tienden a confundir el valor paisajístico, histórico, sentimental (y lo que es
peor, muchas veces simplemente moral) con el valor biológico.. El ejemplo mas
claro es el de los árboles centenarios. Un ecologista se volverá loco si
intentas cortar un árbol de mas de 100 años. Pero desde un punto de vista
estrictamente ecológico, ese árbol tiene la misma importancia que uno de
25 años. De hecho, si miramos la capacidad de movilizar nutrientes en función
de la masa total del árbol, es mas importante el árbol de 25 que el de 100.
(pero no tratéis de explicarle eso a Greenpeace)
Otra cuestión son los incendios. Un ecologista ve un incendio, y solo ve un
desastre, mientras que un ecólogo, según el tipo de fuego y de ecosistema,
puede ver un desastre, o una parte natural del ciclo. Y es que los ecologistas
tienden a pensar que la naturaleza es una foto fija, donde todo está bien como
esta, que no debe haber ningún tipo de cambio y que todo cambio debe ser
combatido, mientras que los ecólogos la perciben como algo en proceso y movimiento,
y solo a veces esos cambios pueden ser no habituales, o ser un problema a nivel
biológico.
Y sobre todo, y la principal diferencia, es que la ecología es una ciencia,
y como tal está sometida a las matemáticas y la estadística. Es aquí donde algunos
ecologistas me producen muchas veces sonrojo. No es la primera vez que
asociaciones ecologistas dan alarmas en base a supuestos datos científicos, que
cuando se analizan son simplemente de risa. Un numero de muestras minúsculo,
falta de controles para comparar los datos, toma de muestras con aparatos que
no se indica si están calibrados y como y ausencia total de otros estudios
independientes en los que se repitan esos resultados suelen estar a la orden
del día en muchos de estos "datos científicos" que nos presentan
algunas asociaciones ecologistas.
Pero también hay que reconocerles sus meritos, que los tienen. En primer
lugar como ya he dicho, en líneas generales suelen tener la mejor de las
intenciones, y en muchas ocasiones de forma acertada. Pero además, a diferencia
de los ecólogos, saben transmitir mucho mejor sus ideas (quizás por que son
mucho mas simples). Los ecologistas saben organizarse muy bien, y llevar sus
ideas y conceptos (correctos o no) a la población general consiguiendo
que esta los haga suyos.
Y es este el punto donde los ecólogos deben aprender de los
ecologistas. Porque el día que haya una organización con la capacidad de movilización
de Greenpeace cuando sea necesario, y con los conceptos, conocimientos y
moderación de los profesores de la universidad, el mundo será un lugar
mucho mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario