Este sitio nace como punto de encuentro para charlar de ciencia, pero tambien de historia, política o cualquier tema al que la actualidad nos lleve.
Si quieres hablar sobre algo, pasa y se bienvenido

viernes, 18 de enero de 2013

Las vacunas ya no previenen enfermedades.



Pues no, no me ha dado por apuntarme a las teorías conspiratorias y unirme a la moda de gritar que las vacunas causan enfermedades o que son un instrumento del gobierno para controlarnos.  Me refiero a otra cuestión: a la multitud de nuevos tratamientos en investigación que surgen  para algunas enfermedades y que llevan por (estúpido) nombre “vacunas terapéuticas”.


Tradicionalmente para la gente “normal” una vacuna es una inyección que se le pone a una persona para que esa persona no pueda sufrir en el futuro una enfermedad, o la sufra de forma muy leve. Hasta aquí todo bien.

Estas vacunas funcionaban de tal manera que a la persona que se le ponía, lo que se le estaba introduciendo era los microorganismos causantes de la infección muertos, o bien mas modernamente solo “trocitos” de esos microorganismos. De esta forma se pone en marcha el sistema inmunitario del organismo como ya explique en otra entrada,  y lo que se consigue es que el cuerpo tenga listas las defensas para la siguiente vez que entre ese microorganismo y poder combatirlo muy rápidamente, sin que llegue a haber siquiera síntomas de la enfermedad.


Resulta que en los nuevos tratamientos que se investigan contra el sida, el alzhéimer  y otras enfermedades  consisten no en atacar a la enfermedad directamente, como hacen por ejemplo los antibióticos, sino en que sea el propio cuerpo el que ataque a través del sistema inmune a la enfermedad que antes no atacaba o atacaba poco. Evidentemente  este sistema que se usa una vez que estás enfermo.


Pues bien: a algunos genios se les ha ocurrido que como ambos sistemas se basan en potenciar el sistema inmunitario, a este nuevo sistema le vamos a llamar “vacuna terapéutica” y al antiguo “vacuna preventiva”, lo cual demuestra lo carajotes que somos los científicos a veces.

Resulta que la mayoría de la gente no sabe demasiado de ciencia. Pero para una vez que la gente tiene claro algo (que las vacunas son algo que te pones cuando estas sano para que no puedas tener una enfermedad en el futuro) resulta que no, que a un tratamiento que puede tener otros mil nombres (potenciador del sistema inmune, mejorador inmunitario, activador inmune, etc.) le ponemos un nombre que puede llevar a confusión a la población general.

Y puede parecer una chorrada, pero recordemos que en los casos de la gripe A y la gripe aviar, hubo empresas que se forraron con el dinero de todos debido al miedo de la población, y a que estas pedían “vacunas” contra enfermedades que ni siquiera existían aun (una posible mutación del virus juntando la gripe aviar con la humana). Nos vendieron literalmente millones de antivirales, llamándolos “vacunas” y la gente se vacunaba contra la gripe normal por miedo a la gripe A (cosa completamente inútil contra la gripe A en ese momento).

Así que dejémonos los científicos de inventos, y intentemos no complicar más la ciencia, que ya la ciencia es bastante compleja sin nuestra ayuda, y pongámosle nombres claros a las cosas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario